Y en su decimonoveno disco de estudio, Andrés Calamaro cambió los nomeolvides y las tentaciones aztecas por el color y la luz de la lengua popular. Y sin darme cuenta, este artista que se reinventa un par de veces por década había alegrado mis oscuros viajes en autobús.

Por ello se merece, a parte de comprar el disco, que le haga este pequeño homenaje.

El secreto de hacer felices a los demás pasa por transmitir felicidad. Es una actitud difícil de mantener, que ya desde la primera canción se siente. Hablamos de " Los chicos", homenaje en clave de rock a los amigos ausentes. Hablamos tristes, pero con paz en el cuerpo. Es como si el propio Andrés nos dijera “Hablo del pasado, mira, ya está superado. Ahora hablemos de cosas alegres”.

Y a partir de allí es una cuesta abajo de amor, mariposas y arco-iris… Sí, así de cursi :)… En el fondo, el amor es cursi. Son canciones como carnaval de Brasil, Minibar, Soy Tuyo, o La mitad del amor

Pero sin duda, me quedo con Mi Gin Tonic y La espuma de las orillas. De esta última no se qué parte elegir, mejor os pongo la letra entera.

En fin, para todo aquél que esté enamorado y disfrutando de su amor, un disco recomendado.

iTunes: La lengua popular - Andrés Calamaro