Vaya, cada vez mi blog está más muerto. Y es que no paro entre el trabajo (hoy he firmado el contrato) y mi proyecto de fin de carrera.
La semana pasada pakuarro me escribió un comentario (siento no haberlo aprobado hasta hoy). De este comentario me llaman la atención dos cosas. Es curioso conocer a un tocayo de mote, aún cuando es tan poco común como Golo. También es agradable ver cómo este blog llega al otro lado del charco :D.
La pregunta de pakuarro, ¿De dónde viene GoLo? es una de las preguntas que más, y más a gusto oigo, de mi mote :D. En campamentos me lo preguntaban todos los niños, y tampoco sabía qué contestarles que satisficiera la expectación que esa pregunta generaba. Decidí hacer un concurso para ver quién se inventaba la mejor historia de dónde salió el nombre de GoLo.
Alguno decía “Pues como de pequeño eras un poco tonto, te llamaron golo de mongolo…”, ese no ganó el premio. Luego me vieron comer chucherías y me decían: “Golo viene de goloso porque te gustan las chucherías”, esa no estaba mal, pero tampoco me convencía. La última noche hicimos una fiesta y me vieron bailar (tampoco bailo muy bien, no os creáis), y entonces me dijeron: “Te llamas golo porque eres un gigoló”. Aunque tampoco es por eso, para los niños de campamentos me quedé como golo el gigoló.
El problema de los motes auto impuestos es que no hay ninguna anécdota para contar cuando te preguntan por tu mote.