Este verano estuve un par de semanas sin teléfono, por culpa de una portabilidad. Partes I, II, III, y IV

Me intentaron vender un teléfono que yo no quería sin permitirme cambiarlo. Me dieron tres precios diferentes para el mismo terminal… toca reclamar.

Reclamaciones

Es el momento de ponerse en contacto con la companía de telecomunicaciones.

Puesto que el proceso de portabilidad se ha realizado a través de un distribuidor, desde el operador no “pueden” hacer nada. Saber eso, me cuesta dos horas y cinco llamadas.

En el distribuidor me prometen ponerse en contacto conmigo al día siguiente para solucionar mi problema.

Al día siguiente me quedo sin teléfono, el proceso de portabilidad ha finalizado.

Después de mucho pelearme con el servicio telefónico consigo sacarles que el distribuidor puede cambiarme el teléfono. Respuesta del distribuidor: “Entonces pierdo 500 euros”…

Resulta que el distribuidor ha cometido un fallo, y en vez de solucionarlo humildemente, me pone más problemas para que me acojone y deje de quejarme.

El distribuidor al final accede a realizar el cambio, pero no puede asegurar cuándo recibirá terminales. Los dos terminales que tenían ya los han repartido a otros clientes.

Por si acaso, me llevo escrito este acuerdo en una hoja de reclamaciones.